Sumario: | Las elecciones de 2007 en la ciudad de Villa Gesell suelen ser presentadas por sus habitantes como una ruptura en un cuarto de siglo de continuidad política. Tal ruptura remite al hecho de que se elige por primera vez como intendente un candidato sin arraigo, además de provenir de un “conurbano” presentado como fuente de corrupción política y moral. De ahí que los críticos de sus políticas le imputan una relación meramente instrumental con la ciudad, por lo que echan de menos el vínculo a la vez afectivo y moral suscitado por la autoctonía. Sobre esta base, este trabajo se propone reconstruir algunas de las disputas en torno a la gestión del intendente Erneta con el fin de mostrar de qué manera estos repertorios de legitimidad política fundados en una autoctonía leída en clave moral son movilizados por diversos actores en el marco de un proceso de transformación social y polarización política.
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