Sumario: | El presente artículo tiene como objetivo examinar cómo el dispositivo religioso evangélico pentecostal en prisión delimita territorios, entendiendo estos como lugares materiales y simbólicos que construyen los actores involucrados en el marco de complejos procesos de interacción, donde se establecen límites diferenciales en relación al resto de los espacios carcelarios, y limitaciones promovidas por la prisión para su funcionamiento cotidiano. Configuraciones territoriales –con sus correspondientes acciones, objetos y técnicas- generadas en el marco de una continua negociación que aporta a la construcción integral de la seguridad interna de la prisión. Partiendo de la hipótesis de que dicho orden carcelario es negociado entre los estamentos jerárquicos de las iglesias –externas e internas- y el cuerpo general del SP pero que dicho carácter es frágil y necesita de continuas reacomodaciones, donde los límites –materiales y simbólicos- configuran autonomías reguladas en los habitantes de los pabellones iglesias y las limitaciones inscriben territorios legales que refuerzan las asimetrías del poder carcelario, procuramos describir de qué forma las interacciones entre “presos hermanitos” y actores del SP son un cristal a través del cual observar las (re)configuraciones del gobierno carcelario en las prisiones de la provincia de Santa Fe (Argentina).
|