Resumo: | Es innegable que la migración ha ampliado las fronteras territoriales de la nación cubana. Ello se evidencia en la creciente transnacionalidad que caracteriza a un número significativo de familias cubanas protagonistas de procesos migratorios. En su interior estas familias experimentan una serie de mutaciones y reordenamientos como estrategias para reproducir la “convivencia” familiar a pesar de las distancias geográficas. Estos reordenamientos familiares se acrecientan, si la que migra es la figura materna. En estos casos, las madres se enfrentan a nuevas formas de entender y ejercer la maternidad, más allá de la co-residencia y presencialidad con sus hijos. Conlleva a la reconfiguración de los roles maternos, a la construcción de vínculos en base a circuitos de comunicación, afecto y soporte financiero y a transferencias de las labores de cuidado y educación de los hijos/as a otros miembros de sus redes familiares y/o sociales. El objetivo que se trazó el presente estudio fue analizar la (re)configuración de las estrategias familiares de cuidado de hijos/as –adolescentes y jóvenes– que se dan en un grupo de familias cubanas –cinco en total– cuyas madres han emigrado, quedando sus hijos bajo el cuidado de otros parientes.
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