Sumario: | En el contexto de los eventos ocurridos el 11 de septiembre de 2001, la seguridad aeroportuaria se ha constituido en un imán para los temores de la sociedad y el objetivo de numerosas investigaciones y de gastos de desarrollo. Los aeropuertos constituyen laboratorios vivos para el pensamiento sobre la seguridad y los sistemas experimentales, que van desde los sistemas tecnológicos de identificación, como aquellos basados en la biométrica, hasta los sistemas experimentales diseñados para captar aspectos elusivos al comportamiento humano. Este artículo aborda las medidas innovadoras del contraterrorismo en aeropuertos europeos y norteamericanos. Los corredores de aviación entre Norteamérica y Europa son cruciales para la economía mundial y esas rutas frecuentemente han sido escogidas por los ataques terroristas. Se entiende que los terroristas contemporáneos están preparados para morir durante los ataques, cuya finalidad es maximizar las víctimas, por lo cual muchos oficiales de seguridad reflexionan sobre sus roles y contemplan maneras de innovar. Por ende, más allá de la seguridad que prometen las soluciones de alta tecnología se genera un respeto duradero por los entrenados sentidos de los oficiales y por el “arte “ de cazar personas peligrosas. Este ensayo describe esos sentidos entrenados de los oficiales. Este es un registro etnográfico que inicia una historia cultural de la detección, de lo que es “normal y lo que “anormal”, y de como la vida misma ha sido captada por la mirada de la seguridad.
|