Sumario: | El artículo que aquí traducimos y publicamos apareció por primera vez en un volumen colectivo editado por Pasquale Gagliardi, Bruno Latour y Pedro Memelsdorff. Nos ha parecido que el texto del profesor Ginzburg, historiador cultural de grande y merecida influencia en nuestro tiempo, coincide con los intereses y temas de esta revista. El autor revela hasta qué punto la recuperación y reubicación (virtuales en este caso) de obras de arte en los sitios para los que originalmente estuvieron destinadas sirven a la reflexión tanto histórica cuanto estética de los procesos de conservación de la memoria vinculados a aquellas prácticas. La persistencia, no solo material, sino culturalmente significativa de la obra de arte, mucho más allá del tiempo o de la época de su producción, instala con fuerza la posibilidad de una diacronía problemática en el campo de la narrativa histórica. La exploración de Ginzburg, acerca de los distintos momentos de la reproductibilidad de imágenes entre el Renacimiento y nuestros días, plantea con rigor y buenos argumentos, fundados en series
verificables de los hechos pasados, el tema del anacronismo que sigue siendo, según Lucien Febvre nos ha enseñado, el escollo más peligroso para el trabajo del historiador. José Emilio Burucúa.
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