Zusammenfassung: | En la actual coyuntura, el arte de gobernar, fundado en la prudencia, exige también un cálculo en función de resultados; la ética de los principios y de los cuidados se combina así con una ética utilitarista, lo cual da cuenta de lo complejo que resulta gestionar la salud del cuerpo comunitario en el contexto del azote planetario por COVID-19. Los marcos éticos referenciales se entrecruzan y solapan. Pero el paradigma sanitarista, que abreva en el saber de los científicos y se funda en la lógica de lo puro y lo impuro, prevalece por su poder legitimante ante la opinión pública. Abogamos porque el arte de gobernar se combine con otros paradigmas que pongan en juego la creatividad, a fin no sólo de canalizar esas pasiones que se traducen en odio, sospecha de la peligrosidad del otro y propensión a la denuncia y el punitivismo (caldo de cultivo de las derechas), sino de hacer intervenir otros saberes relegados, considerados, desde la perspectiva de la ciencia moderna, “inconsistentes” o “poco fiables”.
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