Riassunto: | En este artículo se presentan algunas reflexiones teóricas que buscan acercarnos a un fantasma. La relevancia de este espíritu es que, en su constante e imparable recorrido por las sociedades en las que se intercambian mercancías, moldea lugares, subjetividades y cultura. Me refiero al capital, objeto de estudio y protagonista de la obra magna de Karl Marx. El reto que impone aprehender el capital es que no tiene una forma material empírica y fija, pues su esencia es el movimiento y la transformación. No obstante, a pesar de su estatus de abstracción, su origen es social y práctico. Por ello, se sugiere, para que el análisis del capital pueda saltar el obstáculo de las aproximaciones meramente económicas, la relevancia de tomar como punto de partida su existencia práctica y concreta. En este artículo, propongo una lectura de las ideas de Alfred Sohn-Rethel y Koijin Karatani con el objetivo de plantear una forma de delimitar el capital que abra un espacio para su análisis antropológico y sociológico. El origen de la objetividad fantasmal del capital es rastreado hasta la red de intercambio de mercancías, lugar en donde surge como una abstracción real.
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