Notas: | Incluye índice. "Los melómanos, que somos una especie distinta de los compositores y de los intérpretes, sabemos que después de la escucha musical el supremo placer es hablar de música. Placer, como el cigarrillo en aquella greguería de Ramón Gómez de la Serna, que nunca sacia por completo. No son muchos quienes practican la conversación musical, saber situado a mitad de camino entre la galantería y la metafísica, arte que nos devuelve, cuando nos encontramos con alguien como Héctor Vasconcelos, al salón de la Ilustración o a las tertulias románticas, a un espacio acaso imaginario donde el gusto es la única medida de las cosas"--Contratapa. |