Sumario: | "(...) hablo hoy, y digo no sin calcular, por cierto, los efectos del impacto, pero también sus benéficas consecuencias redentoras, que: el gran atraso en que se encuentra aún, hoy día, todo el Derecho Penal del mundo, débese, en su casi absoluta culpa, a la funesta gravitación que en el orbe de las mentalidades legisladoras y judiciarias han ejercido durante milenios, y siguen ejerciendo todavía, las concepciones penales de ese antiquísimo libro que se llama 'La Biblia'. (...) Y éste, y no otro ha sido mi propósito científico al escribir esta obra: contribuir a una transformación a fondo del Derecho Penal, en base a un jus puniendi eminentemente racional, en vez de un jus puniendi en que el 'fervor justiciero' no viene a ser otra cosa que un más o menos disimulado o camuflado 'odium theolígicum' tan sólo comparable por su morbosidad y efectos nocivos al 'odium políticum'"--p.10.
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